viernes, 4 de febrero de 2011

A manera de prólogo y advertencia

Hace ya mucho tiempo, casi parece que desde siempre, los estudiantes y profesores de las universidades nos hemos visto obligados -por diversos motivos, algunos de ellos obvios- al recurso de las fotocopias. Que debamos hacerlo no implica que no se reconozca que su utilización encierra un deterioro del quehacer educativo, y la afirmación no pretende tener ningún tono moral.
El fotocopiado significa atesorar copias borrosas que a veces en cuestión de semanas se vuelven literalmente invisibles, advertir que faltan páginas o alguna fue invertida en el ordenamiento, no poseer bien los datos del autor o la obra correspondiente además de otra información paratextual, como a qué colección pertenece el artículo y qué otros escritos forman parte de la misma, qué diferentes ensayos complementarios ha publicado quien firma y decenas de etcéteras por el estilo. En fin, todos ellos datos imprescindibles para la formación; y esto sin mencionar las obvias ventajas que supone un libro para su transporte o para ser clasificado en uno de los estantes que todo universitario debería ir llenando a medida que transcurre su carrera.


De modo que el consejo sigue siendo: consigámosnos los libros. Hay muchos de ellos dando vuelta en las ofertas, hay que animarse a revolver un rato; y bien vale la pena ahorrar para comprar aquellos que son claves de nuestra disciplina. Vayamos a la biblioteca: en las instalaciones del subsuelo están los volúmenes que requieren las bibliografías de las materias, y habrá que seguir insistiendo para que a la brevedad se sumen aquellos que faltan.
Todo esto se enfatiza con respecto a este blog, cuya función no es volver más “cómoda” la cursada de Teoría y análisis literario I, sino la de aprovechar una herramienta gratuita y al alcance de la mano de la mayoría de aquellos alumnos que puedan tener problemas para acceder al material de lectura obligatoria. De manera complementaria, de a poco y para estimular la ejercitación, se irán agregando modelos de las consignas de parciales y exámenes finales y otros escritos complementarios.